Espectáculo visual a partir de 4 años Creación diciembre de 2015
Diseño, títeres e interpretació .....………………….. Danièle Chevrolet y José-Manuel Ruiz Asesoramiento en la elaboración de los títeres… Christophe Kiss Vista externa………………………………………….... Stefania Pinelli Interpretación, dirección y música……………...... Fanny Hugo Música…………………………………………………... Stéphane Albelda Banda sonora…………………………………………... Manu Villani Vestuario……………………………………………….. Cécile Revaz
Agradecimientos Théâtre des Marionnettes (Ginebra) y La Bavette (Monthey) Co-producción Petithéâtre de Sion
Espectáculo disponible para campañas escolares y apoyado por “Etincelles de Culture” en el cantón del Valais.
Se dispone de una ficha pedagógica. Se pueden proponer a los alumnos talleres de teatro en clase.
En resumen...
Dos ancianos están sentados en un banco descolorido por el tiempo. Intentan reconstruir el rompecabezas de su existencia, al ritmo de las estaciones. Fragmentos desordenados de recuerdos que se desprenden y que acaban fracasándose aquí en medio de la nada, como si una mañana, al despertarse, hubiera pasado una vida entera. Su memoria les hace una mala jugada, al mezclar las piezas del rompecabezas en un baile en el que reina un alegre desorden.
Hay tantos pequeños detalles familiares para cada uno en una vida y sin embargo particulares en la forma de vivirlos: la primera nevada, los pasos que rechinan sobre las hojas secas, una mirada enamorada en una cálida noche de verano, y ese verde suave que renace cada primavera… Infancia, juventud, edad adulta, vejez; al igual que en un vals de cuatro tiempos, ambos personajes escriben una nueva historia, basada en el batiburrillo de la memoria.
Dos ancianos sentados en un banco observan el tiempo pasar. Las miradas de los unos se giran hacia los otros, sugiriendo espacios donde los lazos se hacen y deshacen. ¿Y qué pasaría si el niño que fuimos una vez se cruzara con el anciano que seremos? Cada etapa de la vida, en principio diferente, contiene grandes parecidos, puesto que nuestro corazón no envejece. Nos invaden las mismas emociones, los mismos temores, las mismas apuestas; estamos unidos por esa increíble capacidad de soñar y por aquella búsqueda de felicidad, única de cada ser humano…
¿Podría el tiempo ser sólo una quimera?
En el corazón de la existencia quizás reside una poesía deseando ser escuchada, una sencillez deseando ser vivida, un espacio fuera del tiempo que espera nuestra visita y donde podemos forjar lazos con la esencia misma de la vida. "El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un obsequio, por eso se llama presente"